Conclusiones

Al comenzar el trabajo todas nosotras teníamos una serie de dudas y prejuicios a cerca de los gitanos que hemos solucionado y han ido cambiando a lo largo del desarrollo del mismo.


Con respecto a las dudas expuestas en los videos, podemos comentar que hemos comprobado que los alumnos gitanos asisten a clase y no hay ningún alumno desescolarizado, por lo que hay una tasa del 100% de matriculación.Sin embargo, el absentismo escolar sigue siendo uno de los retos contra los que luchar. Se ve un claro descenso a medida que se va subiendo de nivel, sobre todo en la ESO, bachiller y ciclos de grado superior. El abandono escolar es frecuente desde secundaria en adelante, tal es así que no hay ningún alumno matriculado en la Universidad aunque sí existen personas ya licenciadas, en concreto dos.
Aunque hoy en día sigue existiendo mucho absentismo escolar, sobre todo en Asturias, en Cantabria parece que ha disminuido de forma espectacular gracias a los mediadores que trabajan en los colegios. Hasta hace unos años era impensable que todos los gitanos de nuestra Comunidad Autónoma estuvieran matriculados en un centro, teniendo en cuenta lo machista que es la sociedad en la que viven debido a su cultura.


Con respecto a los prejuicios, nuestra idea inicial en cuanto a los gitanos era negativa. Pensábamos que no iban a la escuela, que robaban, que eran violentos y racistas y que estaban muy encerrados en su cultura.
Las entrevistas que hemos realizado nos han servido para desechar estas ideas. En primer lugar, nos hemos dado cuenta de que los gitanos son menos racistas que los payos. Uno de los datos que demuestra esto es que tres de los cuatro alumnos gitanos entrevistados se han sentido alguna vez discriminados por un payo. Se ve una clara tendencia de integración por parte de los gitanos en el grupo mayoritario, aunque siguen quedando restos de su cultura, por ejemplo: uno de los niños nos contestó que se relacionaba más con los gitanos porque eran su familia.


Por otro lado, hemos comprobado que las familias gitanas no se integran en la comunidad educativa, tal y como hemos podido ver en la entrevista con Natalia. El acercamiento entre el centro y las familias gitanas no se produce por una iniciativas de éstas, si no que es el centro el que tiene que acudir a ellas, insistiendo muchas veces para conseguir buenos resultados en este aspecto.


Finalmente los prejuicios influyen enormemente en la organización del centro, lo que supone un mayor compromiso por todos los docentes del centro.

¿Seremos capaces de conseguirlo?




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